Dudas

Unas frasecillas curiosas que me pasaron:

-          ¿Por qué las personas que tienen los ojos marrones claritos se empeñan en decir que los tienen “color miel”? Los tienes marrones. Y si te molesta, te jodes.

-          ¿Por qué los americanos tienen ese empeño en enseñar a sus perros a que les traigan el periódico y las zapatillas? Tiene que dar mucho gusto leer el periódico mojado mientras te pones tus pantuflas llenas de babas…

-          ¿Por qué se eligieron las palomitas como comida oficial en los cines, con el ruido que hacen? ¿Qué va a ser lo próximo, poner de moda comer nueces en las bibliotecas?

-          ¿Por qué se llama vino blanco al que no es tinto? ¿Qué pasa, que somos daltónicos? ¡Es amarillo!

-          ¿Por qué las moscas se frotan tanto las manos? ¿Tienen frío?

-          ¿Por qué no hacen las monedas cuadradas? Así, cuando se te caen al suelo, no tienes que ir corriendo detrás de ellas.

-          ¿Por qué, si el celo es transparente, cuando está enrollado se ve amarillo?

-          ¿Por qué los pijamas tienen bolsillos?

-          ¿Por qué seguimos intentando sacar el correo por la ranura del buzón si sabemos que lo único que conseguimos es pelarnos los nudillos?

-          ¿Por qué cuando nos cuelgan por teléfono nos quedamos mirándolo como si el teléfono tuviera la culpa?

-          ¿Por qué tenemos en casa tantos cascos en los que solo funciona un auricular? Y cuando te los pones piensas: “a ver si suenan los dos…” Pues no, solo suena uno. ¿Qué esperabas?

-          ¿Por qué hay tanta gente que cuando come un helado de cucurucho, a la mitad, muerde el piquito de abajo? ¡Si saben que por ahí les va a chorrear!

-          ¿Por qué a los niños les obligamos a compartir sus juguetes con otros niños desconocidos, y, sin embargo, si alguien viene a pedirnos a nosotros el móvil le decimos que no?

-          ¿Por qué cuando nos enfadamos nos cruzamos de brazos? ¿Qué ganamos con ello?

-          ¿Qué sentido tienen los laberintos de setos en las pelis de miedo? ¡Si se pueden atravesar! Vale, si lo haces, te arañas, pero escapas, que es lo que importa.

-          ¿Por qué a los niños se les obliga a dar besos a gente desconocida? “Venga hijo, dale un besito a la señora esta que no conoces de nada…”